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Bienvenidos a Punta Cana
(Punta Cana, Bávaro, Uvero Alto, Macao, Cap Cana)

Dotada de una de las costas de arena blanca más largas de la región del Caribe -la friolera de 48 kilómetros-, salpicada de cocoteros altísimos, Punta Cana es la tierra de la tranquilidad y el relax junto al mar. Aquí, donde el Atlántico se encuentra con el Caribe, desde el extremo norte en Uvero Alto hasta el extremo sur en Cap Cana, los complejos turísticos con todo incluido y los escondites boutique ofrecen todos los caprichos y comodidades de la vida moderna frente a la playa. Las familias disfrutan de centros de entretenimiento en miniatura y parques acuáticos para los niños, mientras que los enclaves exclusivos para parejas ofrecen lugares de ensueño para bodas con alojamientos aislados frente a la playa para una estancia ultrarromántica. Pero no todo es diversión bajo el sol, arena suave que roza los dedos de los pies y deslumbrantes aguas transparentes en las que se puede nadar, pescar o bucear en busca de vida submarina y naufragios. Punta Cana es también un destino para los golfistas, con 10 campos de golf que se extienden por el Strip, un paraíso costero de lujosos puertos deportivos y finos restaurantes, y un rincón de bienestar que alberga los mejores spas del país, incluido el único Six Senses del Caribe.

Dondequiera que se instale en esta blanca y brillante costa de Punta Cana -hay 11 playas con bandera azul en su inventario- vaya de playa en playa para disfrutar de todo su esplendor. Desde los pintorescos núcleos surferos de Macao y las playas hipster de Bávaro, Corales y Cortecito, repletas de tiendas, deportes acuáticos y chiringuitos, hasta la apartada Juanillo, por nombrar algunas.
Pase un día lejos de la arena y tendrá innumerables aventuras en el interior. Refrésquese en los cenotes y lagunas de agua dulce azulada de los bosques de Ojos Indígenas y del Parque Scape, donde los preadolescentes de la familia también pueden practicar la tirolina y la espeleología. Explore la exuberante campiña dominicana en un safari en todoterreno, pasando por carnicerías de carretera y plantaciones de caña de azúcar. A lo largo del camino, visite el lugar de peregrinación más importante del país, la Basílica Nuestra Señora de la Altagracia, y sienta las profundas raíces espirituales de la RD.
Si durante el día hay muchas actividades, las noches no son menos animadas. Los jóvenes de corazón pueden bailar toda la noche hasta que se les cansen los pies en las modernas discotecas de la RD, mientras que en los puertos deportivos y en los salones costeros les esperan elegantes veladas bajo las estrellas con cócteles, canapés y cigarros liados a mano.
Punta Cana es el epítome de una escapada de agua, sol y arena.